En este artículo, aprenderás a identificar las crisis de angustia y a reconocer las señales que indican un deterioro en tu salud mental. Es importante reconocer los síntomas y patrones asociados a las crisis de angustia, para que puedas tomar decisiones informadas en beneficio de tu bienestar emocional. Del mismo modo, entenderás la importancia de estar atento(a) a tus propias necesidades y cómo buscar apoyo adecuado para superar estas situaciones difíciles.
Reconocer las crisis es el primer paso hacia el autocuidado y la búsqueda de ayuda. En este artículo, exploraremos diversas estrategias y técnicas que te ayudarán a gestionar y superar estas crisis de manera efectiva. Aprenderás a implementar prácticas de autorregulación emocional, a establecer límites saludables y a desarrollar un plan de acción personalizado para hacer frente a las crisis de angustia. Tu salud mental es una prioridad, y este artículo te proporcionará los recursos necesarios para cuidar de ti mismo(a) y tomar decisiones conscientes en pos de tu bienestar.
¿Qué es una crisis de angustia?
Una crisis de angustia, también conocida como ataque de pánico, es una experiencia intensa y repentina de miedo o malestar intenso que alcanza su punto máximo en cuestión de minutos. Durante una crisis de angustia, una persona puede experimentar una serie de síntomas físicos y emocionales abrumadores, que pueden hacerle sentir como si estuviera perdiendo el control o incluso como si estuviera experimentando una amenaza inminente.

Los síntomas de una crisis de ansiedad pueden variar de una persona a otra, pero comúnmente incluyen palpitaciones aceleradas del corazón, dificultad para respirar, sensación de asfixia, opresión en el pecho, mareos, temblores, sudoración excesiva, escalofríos, sensación de irrealidad o de estar separado del entorno, miedo a perder el control o volverse loco, y miedo a morir.
Es importante destacar que una crisis de angustia es una experiencia aterradora y desconcertante, pero en la mayoría de los casos es temporal y no representa una amenaza real para la vida. Sin embargo, las crisis de angustia pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida de una persona y en su bienestar emocional. Es fundamental buscar apoyo profesional si las crisis son recurrentes, afectan la vida cotidiana o generan una gran angustia.
¿Cuáles son los síntomas de las crisis de angustia?
Las crisis de angustia se caracterizan por una serie de síntomas físicos, emocionales y cognitivos que pueden ser muy intensos y desencadenar una sensación abrumadora de miedo y malestar. A continuación, se detallan algunos de los síntomas más comunes asociados a las crisis de angustia:
Síntomas físicos: Durante una crisis de angustia, es posible que experimentes palpitaciones rápidas o fuertes del corazón, sudoración excesiva, dificultad para respirar o sensación de falta de aire, opresión en el pecho, temblores, sensación de mareo o desmayo, sensación de asfixia, náuseas o molestias abdominales.

Síntomas emocionales: Puedes experimentar una intensa sensación de miedo o terror, una sensación de pérdida de control, temor a volverse loco o a morir lo que conlleva una alta carga de estrés emocional. Las emociones pueden ser tan abrumadoras que pueden hacer que te sientas paralizado o desesperado.
Síntomas cognitivos: Durante una crisis de angustia, es común experimentar una sensación de irrealidad o desconexión del entorno, una sensación de estar separado de ti mismo(a) o de los demás, pensamientos negativos recurrentes, miedo a perder el control o pensamientos catastróficos.
Síntomas conductuales: En respuesta a la intensidad de la crisis de angustia, es posible que experimentes conductas de evitación o escape, como buscar salir rápidamente de la situación o evitar lugares o actividades que puedan desencadenar las crisis.
Es importante tener en cuenta que los síntomas de las crisis de angustia pueden variar en intensidad y duración de una persona a otra. Si experimentas estos síntomas de manera recurrente, es fundamental buscar apoyo profesional de un médico o terapeuta especializado en trastornos de ansiedad. El tratamiento adecuado puede ayudarte a manejar las crisis y mejorar tu calidad de vida.
Causas de las crisis de angustia
Las crisis de angustia pueden tener múltiples causas, y a menudo resultan de una combinación de factores. A continuación, se mencionan algunas posibles causas de las crisis de angustia:
- Trastorno de ansiedad: Las crisis de angustia son un síntoma común de los trastornos de ansiedad, como el trastorno de pánico, el trastorno de ansiedad generalizada o el trastorno de estrés postraumático. Estos trastornos pueden hacer que una persona sea más propensa a experimentar crisis de angustia en situaciones de estrés o desencadenantes específicos.

- Factores genéticos y biológicos: Existe evidencia de que la genética puede desempeñar un papel en la predisposición a las crisis de angustia. Algunas personas pueden tener una mayor sensibilidad a los cambios químicos en el cerebro, como la liberación de neurotransmisores relacionados con la respuesta al estrés.
- Estrés y trauma: El estrés crónico, los eventos traumáticos o las situaciones estresantes pueden desencadenar crisis. El estrés excesivo puede sobrecargar el sistema de respuesta al estrés del cuerpo, lo que puede llevar a la aparición de síntomas de angustia intensa.
- Sensibilidad emocional: Las personas con alta sensibilidad emocional pueden ser más propensas a experimentar crisis. Esta sensibilidad puede hacer que sean más receptivas a los estímulos estresantes y más susceptibles a desencadenantes emocionales.
- Factores ambientales y estilo de vida: El consumo excesivo de cafeína, el tabaquismo, el abuso de sustancias, el desequilibrio en los niveles de azúcar en la sangre y una mala alimentación pueden desempeñar un papel en la aparición de crisis de angustia. Además, un entorno estresante, como problemas familiares o laborales, también puede contribuir a su aparición.
- Condicionamiento aprendido: Si has experimentado una crisis de angustia en el pasado, el temor a que se repita puede crear un ciclo de ansiedad anticipatoria. La preocupación constante por la posibilidad de una nueva crisis puede aumentar la probabilidad de que ocurra.
Es importante tener en cuenta que cada persona es única y puede tener diferentes factores desencadenantes. Identificar las causas subyacentes de las crisis de angustia puede ser un proceso individualizado y requiere la ayuda de un profesional de la salud mental, como un psicólogo o psiquiatra, para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.
¿Cómo calmar las crisis de angustia?
Calmar las crisis de angustia puede ser un desafío, pero existen técnicas efectivas que pueden ayudarte a manejar y reducir la intensidad de los síntomas.

Aquí tienes algunas estrategias para calmar las crisis de angustia:
- Practica la respiración profunda: La respiración profunda puede ayudar a reducir la ansiedad y restablecer un equilibrio emocional. Respira lenta y profundamente, llenando tu abdomen de aire y luego exhala lentamente. Concéntrate en tu respiración y repite este proceso varias veces hasta que sientas que te tranquilizas.
- Utiliza técnicas de relajación: Practica técnicas de relajación como la meditación, el yoga o la visualización guiada. Estas prácticas ayudan a calmar la mente y el cuerpo, reduciendo la intensidad de los síntomas de angustia.
- Practica la atención plena: La atención plena o mindfulness consiste en estar presente en el momento presente sin juzgar los pensamientos o sensaciones. Enfócate en tus sentidos, en cómo te sientes físicamente y en el entorno que te rodea. Esto puede ayudar a desviar tu atención de los pensamientos ansiosos y reducir la intensidad de la crisis de angustia.
- Utiliza técnicas de distracción: Intenta distraerte de los síntomas de angustia. Realiza actividades que te gusten, como escuchar música, leer un libro, dibujar o realizar ejercicios de relajación muscular progresiva. Estas actividades pueden ayudar a desviar tu atención y disminuir la ansiedad.
- Habla contigo mismo de manera positiva: Durante una crisis de angustia, los pensamientos negativos pueden aumentar el malestar emocional. Intenta reemplazar esos pensamientos negativos con afirmaciones positivas. Recuerda que la angustia es temporal y que tienes las habilidades necesarias para manejarla.
- Busca apoyo social: No tengas miedo de buscar apoyo de personas cercanas a ti. Comparte tus sentimientos y emociones con alguien en quien confíes. La conexión con los demás y el apoyo emocional pueden brindarte tranquilidad y ayudarte a atravesar la crisis.

- Considera la terapia: Si las crisis de angustia son recurrentes y afectan tu calidad de vida, considera buscar ayuda profesional. Un psicólogo o terapeuta puede ayudarte a comprender y abordar las causas subyacentes de tus crisis de angustia, y brindarte estrategias efectivas para manejarlas.
Recuerda que cada persona es única, por lo que es posible que algunas estrategias funcionen mejor para ti que otras. Explora y experimenta con diferentes técnicas hasta encontrar las que te brinden mayor alivio y bienestar durante las crisis de angustia.
La Dra. Cristina Fernández es una profesional de la salud mental con amplia experiencia en el manejo de crisis de angustia. Con su enfoque cálido y comprensivo, la Dra. Fernández puede brindarte el apoyo necesario para enfrentar y comprender tus crisis de angustia.
A través de su conocimiento y habilidades terapéuticas, te guiará en la identificación de las causas subyacentes de tus crisis, ayudándote a explorar los desencadenantes y patrones asociados.
Con un enfoque personalizado, la Dra. Fernández te proporcionará herramientas y estrategias efectivas para manejar tus crisis de angustia de manera saludable y encontrar un mayor equilibrio emocional en tu vida diaria. Su compromiso contigo y su orientación profesional te brindarán la confianza necesaria para superar tus desafíos emocionales y encontrar el bienestar que mereces.
Fecha de actualización: (22 Junio 2023 KA)